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ORACIÓN DE SAN FRANCISCO DE ASÍS

Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas. Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres altísimo. Tú eres rey omnipotente, tú eres Padre Santo, Rey del cielo y de la tierra. Tú eres trino y uno, Señor Dios, todo bien. Tú eres el bien, todo bien, sumo bien, Señor Dios, vivo y verdadero. Tú eres caridad y amor, tú eres sabiduría. Tú eres humildad, tú eres paciencia, tú eres seguridad. Tú eres quietud, tú eres gozo y alegría. Tú eres justicia y templanza. Tú eres todas nuestras riquezas a satisfacción. Tú eres hermosura, tú eres mansedumbre. Tú eres protector, tú eres custodio y defensor. Tú eres fortaleza, tú eres refrigerio. Tú eres esperanza nuestra, tú eres fe nuestra. Tú eres la gran dulzura nuestra. Tú eres la vida eterna nuestra, grande y admirable Señor, Dios omnipotente, misericordioso salvador.

Oración para rezar antes de iniciar tu trabajo

Padre Celestial, al entrar hoy en mi lugar de trabajo, deseo invocar Tu Presencia para darte gracias por este nuevo día. Te pido Tu paz, Tu gracia, Tu misericordia y Tu orden perfecto para esta oficina. Te pido que bendigas todo lo que hable, piense, decida y haga dentro de estas paredes. Bendice mis proyectos, ideas y todo lo que realice, para que aún mis más pequeños logros sean testimonio de tu gloria. Bendice, Señor, a mis jefes, compañeros, clientes, y a todas las personas que este día se relacionen conmigo. Renueva mis fuerzas para hacer mi trabajo de la mejor forma posible. En este día te pido, Señor... Un corazón generoso para atender con amabilidad a todas las personas y no ser indiferente a sus necesidades. Ojos para descubrir lo mejor en los que me rodean. Una boca que sonría con frecuencia, que diga frases optimistas y que enmudezca para los rumores y palabras ofensivas. Dos manos que trabajen honradamente y con entusiasmo, para satisfacer las necesidad...

Oración de la mañana a la Santísima Virgen María

Esta oración se reza al despertar por la mañana   ¡Oh, Señora mía!  ¡Oh, Madre mía!  Yo me ofrezco enteramente a Ti; y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser.  Ya que soy todo tuyo, Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

Oraciones Tradicionales a la Virgen María

AVEMARÍA Dios te salve, María, llena de gracia,  el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres  y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. SALVE Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,  vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,  en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar  las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oración para los momentos de dificultad y angustia

Señor, Tú siempre me has dado la fuerza necesaria, y aunque débil, Creo en Ti. Señor, Tú siempre me has dado la paz de cada día, y aunque angustiado, Creo en Ti. Señor, Tú siempre me has guardado en la prueba, y aunque estoy en ella, Creo en Ti. Señor, Tú siempre has alumbrado mis tinieblas, y aunque no tengo luz, Creo en Ti. Cuando tenemos momentos de dificultad, angustia, duda o enfermedad, es importante decirle al Señor que seguimos creyendo en El.

Para aceptar una enfermedad

Ayúdame, Señor, a obtener el fruto espiritual que Tú pretendes con esta enfermedad que me has enviado. Haz que comprenda que las enfermedades del cuerpo me ayudan a conseguir un conocimiento más perfecto del mismo, a desprenderme de todo lo creado y me invitan mediante la espontánea reflexión que trae consigo, sobre la brevedad de la vida, a trabajar con más empeño y seriedad en preparar mi alma para la vida futura donde no existe ni enfermedad ni pena, sino el eterno gozo de tu compañía. Amén.

Oración para comenzar el día

Señor, en el silencio de este día que comienza, vengo a pedirte la paz, la prudencia, la fuerza. Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor, ser paciente, comprensivo, dulce y prudente. Ver por encima de las apariencias a tus hijos como Tu mismo los ves y así no ver más que el bien que hay en cada uno de ellos.  Cierra mis ojos a toda calumnia, guarda mi lengua de toda maldad, que sólo los pensamientos caritativos permanezcan en mi espíritu, que sea benévolo y alegre, que todos los que se acerquen a mí sientan tu presencia. Revísteme de Ti, Señor, y que a lo largo de este día yo te irradie. Bendiciones para este Día. Amén.