Amado Padre Celestial, Te doy gracias por ser mi refugio y mi fortaleza, tanto en los buenos como en los malos tiempos . Gracias Señor por ser un Dios que escucha nuestras oraciones. Tú que tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones, en tu mano está el poder, por lo que ninguno es capaz de resistirte y, sin embargo, te doy las gracias por la misericordia y toda la verdad que me has mostrado. Señor, todos los días me pongo la armadura de Dios, la coraza de la justicia, el evangelio de la paz, el escudo de la fe, el yelmo de la salvación, la espada del Espíritu, y sé que cuando llegue el día malo, seré capaz de mantenerme firme, porque tú estás conmigo, me proteges y guías mis pensamientos y acciones. Señor, envía al Espíritu Santo y a los ángeles guardianes para defenderme de todos los ataques dañinos del enemigo, Satanás, los poderes de las tinieblas y del infierno, demonios, y toda actividad demoníaca, como enfermedades, y cualquier cosa que el enemigo trate
Para sentirnos mas cerca de Dios