Dios te hizo a su imagen y semejanza.
En términos de computación Dios puso dentro de ti el sistema operativo correcto y necesario para una maravillosa vida, y un chip con el contenido de lo divino. Y aunque con el tiempo, el pecado te haya deformado, el chip divino sigue estando dentro ti, y siempre puedes restaurar el sistema operativo a su versión original.
Tú eres producto de Dios y con lo que tú haces reflejas tu propio producto.
Que jamás tus acciones deformen el reflejo que Dios ha puesto dentro de ti.
Comentarios
Publicar un comentario