Tú estás bendecido…
Si te despertaste esta mañana con más salud que enfermedad… estás más bendecido que los millones de personas que no sobrevivirán esta semana.
Si nunca has experimentado el peligro de la batalla, la soledad de la prisión, la agonía de la tortura, el dolor penetrante del hambre… estás mucho mejor que 600 millones de personas en el mundo.
Si puedes asistir a reuniones religiosas sin temor al acoso, arresto, tortura o muerte… estás más bendecido que tres mil millones de personas en el mundo.
Si tienes alimentos en el refrigerador, ropa sobre tu cuerpo, un techo sobre tu cabeza y un lugar donde dormir, eres más rico que el 75% de las personas de este mundo.
Si tienes dinero en el banco, en tu billetera y monedas en un plato en algún lugar, estás entre el primer 8% de los opulentos de este mundo.
Si tus padres aún viven y aún están juntos, eres, en realidad, una rareza.
Si yergues tu cabeza en alto con una sonrisa en la cara y eres verdaderamente agradecido… estás bendecido porque la mayoría puede hacerlo, pero la mayor parte no lo hace.
Si puedes tomar a alguien de la mano, abrazarlo o aún poner tu mano sobre su hombro… estás bendecido porque puedes ofrecer el toque sanador de Dios.
Si oraste ayer y hoy perteneces a la minoría, porque crees que Dios escucha y responde nuestras oraciones… Si puedes leer esto, estás más bendecido que más de dos mil millones de personas en el mundo, que no pueden leer en lo absoluto.
Y agradece a Dios, el poder ver como tu pelo se pone canoso, el poder sonreír y poder mirar tus arrugas, porque eso es la bendición que Dios nos da para ver crecer a nuestros hijos y ver a nuestros nietos.
Hay tantos que no están porque dejaron su vida muy jóvenes...
¡Sé agradecido por todo lo que tienes!
Recuerda que DIOS nos bendice siempre...
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