Señor mío y Dios mío,
me encomiendo desde ya a tu protección, a tu compañía.
Una vez más estoy dispuesto a salir a vivir
y a compartir la vida con sus momentos buenos y malos
con aquellos que están cerca.
Gracias por darme alegría,
por quitar de mi corazón el dolor que a veces tengo por las dificultades.
Estoy convencido de que saldré adelante con mucha fuerza.
Gracias por darme todas las herramientas
para hacer frente a los momentos difíciles,
por darme temperamento para no flaquear,
para pararme firme y enfrentar cada cosa.
Hoy sonrío porque tengo motivos para hacerlo,
porque hay muchas cosas buenas en mi corazón
que me inspiran a estar alegre.
Gracias por esta nueva oportunidad para vivir,
por poder respirar y tener las manos llenas
de todas las bendiciones que siempre me das.
Bendito y alabado seas por siempre.
Amén
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