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Oraciones Tradicionales a la Virgen María

AVEMARÍA Dios te salve, María, llena de gracia,  el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres  y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. SALVE Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,  vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,  en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar  las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oración para los momentos de dificultad y angustia

Señor, Tú siempre me has dado la fuerza necesaria, y aunque débil, Creo en Ti. Señor, Tú siempre me has dado la paz de cada día, y aunque angustiado, Creo en Ti. Señor, Tú siempre me has guardado en la prueba, y aunque estoy en ella, Creo en Ti. Señor, Tú siempre has alumbrado mis tinieblas, y aunque no tengo luz, Creo en Ti. Cuando tenemos momentos de dificultad, angustia, duda o enfermedad, es importante decirle al Señor que seguimos creyendo en El.

Para aceptar una enfermedad

Ayúdame, Señor, a obtener el fruto espiritual que Tú pretendes con esta enfermedad que me has enviado. Haz que comprenda que las enfermedades del cuerpo me ayudan a conseguir un conocimiento más perfecto del mismo, a desprenderme de todo lo creado y me invitan mediante la espontánea reflexión que trae consigo, sobre la brevedad de la vida, a trabajar con más empeño y seriedad en preparar mi alma para la vida futura donde no existe ni enfermedad ni pena, sino el eterno gozo de tu compañía. Amén.

Oración para comenzar el día

Señor, en el silencio de este día que comienza, vengo a pedirte la paz, la prudencia, la fuerza. Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor, ser paciente, comprensivo, dulce y prudente. Ver por encima de las apariencias a tus hijos como Tu mismo los ves y así no ver más que el bien que hay en cada uno de ellos.  Cierra mis ojos a toda calumnia, guarda mi lengua de toda maldad, que sólo los pensamientos caritativos permanezcan en mi espíritu, que sea benévolo y alegre, que todos los que se acerquen a mí sientan tu presencia. Revísteme de Ti, Señor, y que a lo largo de este día yo te irradie. Bendiciones para este Día. Amén.

Bendición para el trabajo

Te doy gracias, Señor, porque puedo trabajar. Bendice mis labores y las de mis compañeros. Danos la gracia de conocerte a través del trabajo de todos los días. Ayúdanos a ser servidores incansables de los demás. Ayúdanos a hacer de nuestro trabajo una oración. Ayúdanos a descubrir en el trabajo una  posibilidad de construir un mundo mejor. Maestro, como el único que puede saciar nuestra sed de justicia, concédenos la gracia de liberarnos de toda vanidad y de ser humildes. Te doy gracias, Señor, porque puedo trabajar.  Amén.

Señor, concédeme imitarte.

Jesús, creo que estás aquí conmigo, que me escuchas y me hablas al corazón. Creo que todo lo que soy es regalo tuyo y que me amas más que nadie en este mundo. Enséñame a tomarme de tu mano y a vivir más confiado en ti, porque contigo no existe mal alguno. Ayúdame a abrirte mi corazón en esta oración, para aceptar con gozo tu voluntad y amarte en el cumplimiento fiel de tu querer.  Señor, concédeme imitarte en la caridad y la compasión, para que pueda amar a los demás antes de que ellos me amen a mí primero. Dame la luz de tu Espíritu para que no caiga yo en hipocresía. Si tu me amas, ¿por qué no he de amar yo a mi prójimo? Tú sabes, Jesús, lo que tengo en mi corazón. Te pido que me ayudes a acudir con un corazón abierto a ti. Soy también yo una de tus ovejas, ten compasión de mí. Dispón mi corazón para escuchar tu voz. Gracias a mi amigo Mario, por brindarme la inspiración para esta oración.

Espíritu Santo te necesito

Espíritu Santo, Creo en ti y te necesito! Ayúdame para que Tu Gracia y tu perdón  penetre los íntimos rincones de mi ser. Ven y renuévame. Hazme una criatura nueva para caminar hacia lo eterno. Llena mi ser con tu amor y mi corazón con tu paz. Que no marque mi camino, el paso tortuoso de lo mundano,  ni me hieran las burlas de mis hermanos. ¡Ven y renuévame por dentro de mi alma, Espíritu Santo! Haz que mi corazón sea tan humano,  que la fe sea el agua que le de la vida;  que la esperanza sea el alimento  y la caridad, el sostén. ¡Espíritu Santo, renuévame! Quita de mi el orgullo, la impaciencia y la indiferencia. Ilumíname, guíame, fortaléceme, consuélame,  dime lo que debo hacer. Hazme conocer y cumplir solamente tu voluntad. Espíritu Santo eres mi fuerza.   Te necesito, ven en mi ayuda. ¡Auxíliame, ven y haz morada en mí! Amén. Esta oración no tiene autor; he tomado algunas líneas de otras oraciones al Espíritu Santo y he agregado algunas fra...