Señor:
Gracias porque en este día siento tu presencia y sé que estás conmigo, y quiero alegrarme en ti y disfrutar del amor y la misericordia que hoy me has regalado; cualquiera que sea la lucha o el problema que tenga que enfrentar, se que estarás conmigo y me infundirás aliento.
Señor tu eres el brillo de mis ojos, lo que a mi mente trae descanso y libertad, guardo silencio y puedo oír en mi interior esas palabras que me dicen que Tu eres mi paz.
Enséñame hoy a caminar en tu perfecto amor, el perfecto amor que echa fuera el temor. Quiero ser un portavoz y la representación viva de tu amor infinito. Muchas personas que hoy estarán cerca de mí, necesitarán de ese amor perfecto también; concédeles también tu amor.
Gracias Señor y Feliz Cumpleaños!!!
Amén.
Pensemos por unos momentos que el mismo Dios ha visitado nuestra tierra, nuestra vida, nuestras propias casas. La Navidad no es simplemente una fiesta sino un acontecimiento que tiene que ser parte de nuestra propia historia. Dios nos visita, para darnos el verdadero sentido de la vida, del amor, del trabajo... para sacarnos de las tinieblas del pecado, del consumismo, de nuestro propio egoísmo que nos cierra y que nos impide darnos cuenta de lo importante que es Aquel que también camina conmigo. La Navidad es la celebración de la luz que hoy hay en nuestros corazones, y que hace que la vida sea totalmente distinta.
Dentro de lo agitado que pueda ser este día, démonos unos momentos para hacer consciente en nosotros, este paso de Dios en nuestra vida, busquemos en nuestro corazón esta luz, démonos cuenta que Dios verdaderamente a lo largo de nuestra vida, ha hecho historia en nosotros y en nuestra familia. ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
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