Señor: te presento a mi amiga para que la bendigas, la cuides y le enseñes a vivir.
Tú que sabes lo que vive,
lo que le preocupa,
lo que siente,
lo que piensa,
lo que anhela,
lo que le falta
y lo que desea.
Tú que sabes cuando llora,
cuando ríe,
cuando esta en soledad,
cuídamela,
protégela,
anímale a seguir adelante;
acompáñala siempre.
A mi Señor, enséñame a presentir lo que siente dentro de ella, a estar disponible cuando mas me necesite,
a ser amable cuando mas necesite ser amada,
a verla cuando necesite ser vista, a oírla cuando necesite ser oída,
a darle seguridad cuando necesite seguridad,
a cuidarla cuando necesite ser cuidada,
a acudir cuando necesite de alguien,
a ayudarla cuando necesite ser ayudada,
a celebrar cuando necesite ser celebrada,
a llorar cuando tenga necesidad de desahogarse,
a sentirme orgullosa de ella y a aprender cuanto pueda de ella.
Porque Tu has sido, Señor, ¡el gran amigo incondicional de tantos!
Yo
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