Amado Dios:
Te doy gracias por estar siempre conmigo.
Tu eres mi refugio y mi fuerte, mi Dios en quien confío y bajo tus alas siempre me refugiaré.
El apego a la verdad será mi escudo y no tendré miedo de nada, Padre amoroso, ni de la noche, ni de la flecha que vuela de día, ni de la peste que anda en las tinieblas, porque se que tus ángeles cuidan mi camino.
Hoy quiero pedirte que por siempre me cubras con tu espíritu y tu gran amor para mantener la tranquilidad y la comprensión que necesito en mi corazón para lidiar con mis conflictos, y ser completamente feliz junto a los seres que tanto amo, y por siempre morar en la casa del Señor.
Amén.
A todos les deseo un Nuevo Año lleno de las mayores Bendiciones y que todos sus deseos, se cumplan para bien suyo y de sus seres amados.
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