SEÑOR:
Dale serenidad a mi alma, paz a mi corazón,
tranquilidad a mi espíritu y claridad a mi mente.
Permíteme conciliar y disfrutar de
un sueño agradable y restaurador;
Guía mis manos, mis ojos y mi boca para que sea
capaz de actuar correctamente en todo momento.
Ilumina mi camino para que sepa utilizar
con acierto el libre albedrío que tu nos diste;
para que pueda orientar a mis hijos como es debido.
Bendice mi hogar, a mi familia y a mis amigos,
y aún a aquellos que no se consideran mis amigos...
derrama sobre ellos bendiciones para que lleguen
a conocer la grandeza de tu misericordia.
Ayúdame a ser más humilde, sin dejar de valorarme.
Ayúdame a ser menos soberbia y orgullosa.
Te lo pido de todo corazón,
Amen.
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