Un pensamiento de Santa Faustina Kowalska…
OH, si el alma que sufre supiera cuánto Dios la ama, moriría de gozo y de exceso de felicidad. Un día, conoceremos el valor del sufrimiento, pero entonces ya no podremos sufrir. El momento actual es nuestro.
Jesús, no me dejes sola en el sufrimiento. Tú sabes, Señor, lo débil que soy. Soy un abismo de miseria, soy la nada misma. Por eso, ¿qué habría de extraño si me dejaras sola y yo cayera? Soy una recién nacida, Señor, por eso no sé sostenerme por mí misma. Sin embargo, a pesar de todo abandono, confío, y a pesar de mis sentimientos, confío y me estoy transformando completamente en la confianza, muchas veces a pesar de lo que siento. No disminuyas ninguna de mis aflicciones, sólo dame fuerza para soportarlas. Haz conmigo lo que Tú quieras, Señor, sólo dame la gracia de poder amarte en cada acontecimiento y circunstancia. Señor, no disminuyas mi cáliz de amargura, sólo dame fortaleza para que pueda beberlo todo.
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Helena Kowalska, también conocida como Santa María Faustina Kowalska, llamada Apóstol de la Divina Misericordia, fue canonizada el 30 de abril de 2000 siendo la primera Santa canonizada en el siglo XXI y del segundo milenio. Santa Faustina fue una monja católica polaca que escribió un diario con más de 600 páginas en el que recogió algunos mensajes que (según ella misma dijo) sintió en su interior que procedían de Jesús.
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