San Alejo es conocido como el santo que tiene la gracia y el poder de alejar todo lo malo que nos rodea. Cuando te encuentras en una situación en la que sientes vibraciones negativas o alguna persona te causa inquietud, aquí te dejo dos oraciones a San Alejo; la primera es para que todo lo malo se aleje de ti y la segunda para recordar su vida.
¡Oh Glorioso San Alejo mió!
Tú que tienes el poder de alejar todo lo malo que rodea a los elegidos del Señor, te pido que alejes de mí a mis enemigos.
Aléjame de Satanás, aléjame del mentiroso y hechicero, así como también del pecado.
Por último, aleja al que viniere a mí para hacerme daño.
Ponme tan lejos de los malos que jamás me vean. ¡Así sea!
Aleja de mí todos los malos pensamientos, aleja a los insensatos que quieran hacerme mal.
Acércame al Señor, para que con su divina gracia me cubra de todo lo bueno y me reserve un puesto a la sombra del Espíritu Santo.
Amén!
¡Oh Glorioso San Alejo!
¡Oh, Gloria de la nobleza romana y verdadero amador de la pobreza e ignominia de Cristo!
¡Oh, Alejo Bendito! que en la flor de tu juventud, por obedecer a la inspiración del Señor, dejaste a tu esposa y saliste como otro Abraham de la casa de tus padres, y habiendo repartido lo que llevabas con los pobres, viviste como pobre y mendigo tantos años desconocido y menospreciado entre los hombres.
Tú fuiste muy regalado y favorecido de la Virgen María nuestra Reina y Señora, y huyendo de las alabanzas de los hombres, volviste por instinto de Dios a la casa de tus padres que por su voluntad habías dejado, para darnos ejemplo de humildad, de paciencia, de sufrimiento y constancia, y para triunfar de tí y del mundo con un género de victoria tan nuevo y tan glorioso.
Pues, ¡Oh, Santo Bienaventurado! rico y pobre, noble y humilde, casado y puro, llorado de tus padres, denostado de tus criados, desestimado de los hombres y honrado de los ángeles, abatido en el suelo y sublimado en el cielo, yo te suplico, Alejo dulcísimo, que por tus merecimientos y oraciones yo alcance del Señor la virtud de la perfecta castidad, de obediencia, de menosprecio de todas las cosas transitorias, y gracia para vivir como hombre peregrino de su patria, y desconocido y muerto al mundo.
Amén.
¡Oh Glorioso San Alejo mió!
Tú que tienes el poder de alejar todo lo malo que rodea a los elegidos del Señor, te pido que alejes de mí a mis enemigos.
Aléjame de Satanás, aléjame del mentiroso y hechicero, así como también del pecado.
Por último, aleja al que viniere a mí para hacerme daño.
Ponme tan lejos de los malos que jamás me vean. ¡Así sea!
Aleja de mí todos los malos pensamientos, aleja a los insensatos que quieran hacerme mal.
Acércame al Señor, para que con su divina gracia me cubra de todo lo bueno y me reserve un puesto a la sombra del Espíritu Santo.
Amén!
¡Oh Glorioso San Alejo!
¡Oh, Gloria de la nobleza romana y verdadero amador de la pobreza e ignominia de Cristo!
¡Oh, Alejo Bendito! que en la flor de tu juventud, por obedecer a la inspiración del Señor, dejaste a tu esposa y saliste como otro Abraham de la casa de tus padres, y habiendo repartido lo que llevabas con los pobres, viviste como pobre y mendigo tantos años desconocido y menospreciado entre los hombres.
Tú fuiste muy regalado y favorecido de la Virgen María nuestra Reina y Señora, y huyendo de las alabanzas de los hombres, volviste por instinto de Dios a la casa de tus padres que por su voluntad habías dejado, para darnos ejemplo de humildad, de paciencia, de sufrimiento y constancia, y para triunfar de tí y del mundo con un género de victoria tan nuevo y tan glorioso.
Pues, ¡Oh, Santo Bienaventurado! rico y pobre, noble y humilde, casado y puro, llorado de tus padres, denostado de tus criados, desestimado de los hombres y honrado de los ángeles, abatido en el suelo y sublimado en el cielo, yo te suplico, Alejo dulcísimo, que por tus merecimientos y oraciones yo alcance del Señor la virtud de la perfecta castidad, de obediencia, de menosprecio de todas las cosas transitorias, y gracia para vivir como hombre peregrino de su patria, y desconocido y muerto al mundo.
Amén.
Gracias san alejo por alejar a fernando p. que me separo de mi mujer y poder volver con ella
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