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PADRE NUESTRO (versión original en Arameo)

"Padre Madre, respiración de la Vida, ¡Fuente del sonido, Acción sin palabras, Creador del Cosmos! Haz brillar tu luz dentro de nosotros, entre nosotros y fuera de nosotros, para que podamos hacerla útil. Ayúdanos a seguir nuestro camino, respirando tan sólo el sentimiento que emana de Ti. Nuestro Yo, en el mismo paso, pueda estar con el Tuyo, para que caminemos como Reyes y Reinas con todas las otras criaturas. Que tu deseo y el nuestro, sean uno sólo, en toda la Luz, así como en todas las formas, en toda existencia individual, así como en todas las comunidades. Haznos sentir el alma de la Tierra dentro de nosotros, pues, de esta forma, sentiremos la Sabiduría que existe en todo. No permitas que la superficialidad y la apariencia de las cosas del mundo nos engañe, y nos libere de todo aquello que impide nuestro crecimiento. No nos dejes caer en el olvido de que Tu eres el Poder y la Gloria del mundo, la Canción que se renueva de tiempo en tiempo, y que todo lo embellece. Que Tu...

Oración a la Virgen por la muerte de un hijo

La muerte de un hijo o hija es devastador para cualquier ser humano, porque es una de las experiencias más duras, difíciles y dolorosas que alguien pueda experimentar.  Nadie tiene las palabras correctas para decirle a una madre o padre que está sufriendo tan intensamente, como aliviar este dolor.  Solo podemos orar para pedirle a Dios que le de la fortaleza que necesita en estos momentos.      ✶ .¸¸.•*¨*•.¸¸. ✶ .¸¸.•*¨*•.¸¸. ✶  Señora Mía ¡Qué dolor el tuyo! ¡Qué dolor el mío! ¡Qué dolor el de ambas! ¡Se nos ha muerto un hijo! El tuyo más grande, el mío pequeñito, ¡Los dos tan hermosos! ¡Un Dios y un niñito! ¡Qué dolor el tuyo, entregarlo a los hombres; qué dolor el mío, entregárselo a Dios! ¡Qué alegría la tuya! ¡Me alegro por ti! ¡Vives ya con ellos! ¡Te abrazan al fin! Llévame con ellos, cuando lo creas bueno. Llévame hasta ellos, ¡Llévame hasta el Cielo!   ✶ .¸¸.•*¨*•.¸¸. ✶ .¸¸.•*¨*•.¸¸. ✶ Dedicado al hermoso patito de ...

Oración de Santa Teresa de Jesús

Nada te turbe, Nada te espante todo se pasa Dios no se muda La paciencia todo lo alcanza quien a Dios tiene nada le falta Sólo Dios basta. Eleva el pensamiento, al cielo sube, por nada te acongojes, nada te turbe. A Jesucristo sigue con pecho grande, y, venga lo que venga nada te espante. ¿Ves la gloria del mundo? es gloria vana; Nada tiene de estable, todo se pasa. Aspira a lo celeste, que siempre dura; fiel y rico es promesas, Dios no se muda. Ámala cual se merece, Bondad inmensa; pero no hay amor fino sin la paciencia. Confianza y fe viva mantenga el alma, que quien cree y espera todo lo alcanza. Del infierno acosado aunque se viere, burlará sus furores quien a Dios tiene. Vénganle desamparos, cruces, desgracias; siendo Dios su tesoro, nada le falta. Id, pues, bienes del mundo, Id, dichas vanas; aunque todo lo pierda Sólo Dios basta.

Plegaria en tiempo de sufrimiento

Un pensamiento de Santa Faustina Kowalska… OH, si el alma que sufre supiera cuánto Dios la ama, moriría de gozo y de exceso de felicidad.  Un día, conoceremos el valor del sufrimiento, pero entonces ya no podremos sufrir.  El momento actual es nuestro. Jesús, no me dejes sola en el sufrimiento. Tú sabes, Señor, lo débil que soy.  Soy un abismo de miseria, soy la nada misma.  Por eso, ¿qué habría de extraño si me dejaras sola y yo cayera?  Soy una recién nacida, Señor, por eso no sé sostenerme por mí misma.  Sin embargo, a pesar de todo abandono, confío, y a pesar de mis sentimientos, confío y me estoy transformando completamente en la confianza, muchas veces a pesar de lo que siento.  No disminuyas ninguna de mis aflicciones, sólo dame fuerza para soportarlas.  Haz conmigo lo que Tú quieras, Señor, sólo dame la gracia de poder amarte en cada acontecimiento y circunstancia.  Señor, no disminuyas mi cáliz de amargura, sólo dame fortaleza par...

A la Madre de Dios

Oh María, Madre y Señora mía. Te ofrezco alma, cuerpo, vida y muerte; y todo lo que a ésta siga, lo dejo todo en tus manos. Oh Madre, cubre mi alma con tu manto virginal y concédeme la gracias de la pureza de corazón, alma y cuerpo. Defiéndeme con tu poder de mis enemigos, especialmente de aquellos que esconden su malicia bajo la máscara de la virtud… Fortalece mi alma para que el dolor no lo abata. Madre de gracias, enséñame a vivir según el poder de Dios. Oh María, una espada terrible ha traspasado tu santa alma.  Nadie sabe tu sufrimiento, excepto Dios.  Nada abate tu alma, es valiente porque Jesús está con ella. Dulce Madre, une la mía a Jesús, porque sólo así resistiré todas las pruebas y tribulaciones y sólo mediante la unión con Jesús , mis pequeños sacrificios complacerán a Dios.  Dulcísima Madre, continúa enseñándome de la vida interior.  Oh Virgen pura, derrama valor en mi corazón y custódialo. Amén.

La Oración de un Padre

Dame, ¡Oh Señor! Un hijo que sea lo bastante fuerte para saber cuándo es débil y lo bastante valeroso para enfrentarse consigo mismo cuando siente miedo; un hijo que sea orgulloso e inflexible en la derrota, honrada y humilde y magnánimo en la victoria. Dame un hijo que nunca doble la espalda cuando debe erguir el pecho; un hijo que sepa conocerte a Ti... y conocerse a sí mismo, que es la piedra fundamental de todo conocimiento. Condúcelo, te lo ruego, no por el camino cómodo y fácil, sino por el camino áspero, aguijoneado por las dificultades y los retos.  Allí déjalo aprender a sostenerse firme en la tempestad y a sentir compasión por los que fallan. Dame un hijo cuyo corazón sea claro, cuyos ideales sean altos; un hijo que se domine a sí mismo antes de pretender dominar a los demás; un hijo que aprenda a reír pero que también sepa llorar; un hijo que avance hacia el futuro, pero que nunca olvide el pasado. Y después que le hayas dado todo esto, te suplico, agrégale suficie...

CREDO BREVE

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. Este es el Credo Breve conocido como credo de los apóstoles o apostólico, que puede ser considerado como el catecismo más antiguo.